Los plásticos de uso alimenticio pueden albergar bacterias si no se mantienen limpios adecuadamente. La higiene es clave para evitar contaminaciones cruzadas.

Consejos prácticos:

  1. Lava después de cada uso con agua caliente y jabón, frotando bien las esquinas o tapas.
  2. Secado completo: nunca cierres un recipiente plástico si aún está húmedo. La humedad favorece el crecimiento de bacterias.
  3. Evita mezclar usos: no uses el mismo contenedor para guardar comida cocida y luego cruda sin una buena desinfección previa.
  4. Desinfección periódica: una vez al mes, remoja los recipientes en una solución con vinagre blanco o cloro diluido para eliminar microorganismos.
  5. Revisa su estado: si tienen rayones profundos o cambios de color, es mejor reemplazarlos.

 

¿Cómo te podemos ayudar en Torosqui?

Nuestros productos están elaborados con plásticos de alta calidad, aptos para contacto con alimentos y diseñados para ser fácilmente lavables. Su durabilidad permite mantenerlos limpios por más tiempo, reduciendo riesgos en la cocina.

25 julio 2025